En contestación a su solicitud de aportaciones al borrador del “Pacto Social por la Interculturalidad en Melilla” les  hacemos llegar las siguientes consideraciones:

  Melilla adolece de unos problemas estructurales que ponen en riesgo la cohesión social, piedra angular de nuestra convivencia. El paro, la exclusión, la pobreza,  el  fracaso escolar, la falta de expectativas laborales, y por tanto vitales, de nuestra población activa y especialmente de la juventud ,  pese a los esfuerzos que se han venido haciendo, se ceban con los melillenses y es necesario desde nuestro punto de vista, abrir este debate a las diferentes esferas de la sociedad melillense y trabajar juntos, administraciónes, sindicatos, patronales, ong,s cámaras de comercio etc..,

aprovechando los conocimientos y especializaciones de cada uno de nosotros, para realizar un buen diagnostico de la situación que nos indique sobre qué cuestiones hay que actuar y qué medidas serán las más efectivas para atajar estos acuciantes problemas. Lograremos así, entre todos, que la ciudad sea viable y ofrezca salidas a tod@s sus ciudadan@s,  independientemente de su etnia o comunidad de pertenencia. Una sociedad cohesionada es una sociedad que participa y se implica en el complejo proceso de salir adelante, y si queremos remontar la grave situación en la que nos encontramos,  sinceramente creemos que no se puede desdeñar la ayuda,  opinión y compromiso de nadie. 

 Cuando hablamos de cohesión y de interculturalidad nos referimos en todo momento a la igualdad en el sentido amplio de la palabra,  que abarca las dimensiones del género, la etnia, la procedencia social, las diferencias sexuales, las ideológicas,  las diferencias y dificultades en el acceso a los servicios públicos.  Hablamos  pues de evitar y luchar contra las discriminaciones que en cada una de estos aspectos vitales podemos sufrir los seres humanos y por tanto de la igualdad en el acceso a las oportunidades a las que que tod@s debemos tener derecho para vivir dignamente y prosperar. Hablamos también y es evidente de justicia social.

 Entendemos que la cohesión social y la interculturalidad van mucho más allá de las cuestiones meramente administrativas y/o religiosas que afectan a una comunidad u otra, entendemos  que el borrador tiene una excesiva preponderancia y concreción  en el texto sobre estos asuntos frente a otros aspectos para nosotros capitales que tan solo quedan enunciados y sin una concreción, ahora si, imprescindible para lograr los ambiciosos objetivos de un pacto de estas características.

 Por ello, entendemos que un pacto social e intercultural como este debería abordar los problemas de Melilla de manera amplia y rigorista y tener presentes fundamentalmente, todos aquellos que tienen que contribuir al desarrollo social y económico de la ciudad y que se quedan a nuestro juicio en meras declaraciones de intenciones si no van acompañadas de medidas especificas. 

 Desde nuestro punto de vista no se puede abordar seriamente de la pobreza y la exclusión y la actuación sobre sectores concretos de la ciudad,  si previamente, o al menos simultáneamente,  no se incide sobre temas cruciales como son los problemas estructurales que asfixian nuestra economía, el desempleo y la educación por ejemplo.

  A nuestro juicio en este pacto deberían abordarse y proponerse baterías de medidas concretas al menos sobre los siguientes aspectos:

  Sobre nuestro sistema productivo y sectores de actividad, tanto los tradicionales como los emergentes, nuestras empresas,  sus problemas  y maneras de abordarlos y dinamizarlos.  La  excesiva dependencia del comercio atípico. La economía sumergida y las actividades ilícitas. La falta de financiación.

Nuestro mercado de trabajo, analizando las características de nuestra población activa, su baja cualificación, el altísimo desempleo (tasa de paro del 33%, con 12.000 parad@s) producto tanto de la baja cualificación como de falta de expectativas laborales que proporciona nuestra economía. El desempleo  femenino y juvenil. La negociación colectiva, la precariedad laboral.

Abordar los problemas de nuestro sistema educativo que genera un altísimo fracaso escolar fruto de unos planteamientos docentes que no se adecuan a la realidad intercultural de la ciudad y de unas escasas expectativas de futuro que desalientan a nuestro alumnado.

Abordar la pobreza y la exclusión social y la marginación de nuestra sociedad y dentro de ella y de actuaciones más amplias, incluir el Plan Integral para los distritos IV y V como una acción más, pero no la única,  porque en la ciudad,  si no de forma tan concentrada como en estos barrios, existen much@s melillenses a los que la crisis está golpeando muy duramente. 

El acceso a unos servicios sociales y sanitarios suficientes y dignos para toda la ciudadanía.

Garantizar unas prestaciones básicas mínimas a las personas y familias realmente necesitadas.